lunes, 18 de junio de 2012

Un día de verano en Oxford


Pocas cosas son más típicamente británicas que Oxford, más con un evento como es el Jubileo de la reina. Pero eso no lo es todo, porque igualmente se celebran los Juegos Olímpicos de Londres, algo que tendrá repercusión en todo el país.

Tan medieval como juvenil, Oxford guarda ese ambiente tan especial, sobre todo cuando llega el mes de septiembre, llegan los estudiantes. Y sí, el día es para el estudio y la formación pero la noche... si cuando cae el sol nos pasamos por el entorno del río, la joven frescura en medio de la arquitectura antigua y entre instituciones seculares.


¿Qué hacer en un día en Oxford?

  • Pasear por el Támesis, hacer un picnic en sus orillas. Si vamos en dirección a Jericho, encontraremos infinidad de lugares más que agradables en los que tumbarnos y pasar el rato sin más.

  • Jericho es un lugar muy especial, con mucho carácter. Toma una taza de té y disfruta de las librerías antiguas.

  • Teniendo en cuenta las mentes que allí hay y el carácter estudiantil, no será difícil encontrar bares de micro abierto en los que disfrutar de un buen monólogo... eso sí, en inglés...

  • El The New College data de 1379, y la verdad es que la historia se percibe por todos sus poros.

  • Port Meadow, un lugar en el que la vida silvestre se encuentra con la ciudad. Este “parche” de vegetación no se ha arado en las últimas décadas, siendo el hogar de caballos y aves. Es un lugar mágico hasta en el duro invierno.

  • Exeter College y su hermoso jardín, incluyendo unas bellas vistas a Radcliffe.

  • El Puente de los Suspiros, réplica de uno de los puentes de Venecia. Al no cruzar ningún canal, se usa como pasaje entre edificios, hay que levantar la vista para verlo.


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