miércoles, 25 de enero de 2012

Miedo a volar: síntomas y tratamiento

Año 2012, a día de hoy las aerolíneas han hecho notables avances en temas de seguridad, una forma de hacer la experiencia del viaje algo mucho más agradable. Esto no evita que el miedo a volar siga ahí, un miedo tan irracional como real. No es algo sencillo de explicar si no sabemos lo que es, manos que sudan, turbulencias,...

¿Cómo podemos reconocer lo que es miedo a volar? Los expertos siempre intentan dar consejos que ayuden a perderlo, pero claro, no es algo precisamente sencillo. Veamos algunos de estas guías que dan para evitarlo.

¿Qué?

El miedo a volar es un estado de ánimo, un temor inconsciente, un temor irracional. La información en los medios suele ser un factor negativo a sumar, pues la publicidad que se da a los accidentes aéreos no se corresponde con la probabilidad real de que esto suceda. La cultura del miedo, una vez más omnipresente...

¿Cuáles son los síntomas?

Quienes nunca han sufrido miedo a volar o los que nunca han volado, de pronto pueden sentir un miedo que crea ansiedad en el momento de despegue. Taquicardias, malestar, sudoración excesiva, nervios,... Una cosa está clara, no caer en la medicación e intentar trabajar en el aspecto psicológico.

¿Cómo luchar contra estos síntomas?

  • Antes de salir: en casa podemos hacer una preparación suficiente para minimizar estos miedos, incluso para superarlos. La noche anterior, por ejemplo, intenta dormir tan bien como puedas. Ocho horas te pueden ayudar a estar preparado para una “aventura”. Evita la cafeína y similares, pues te pueden jugar malas pasadas.
  • A bordo: vale, ya estamos. El yoga quizás te pueda ayudar, eso sí, olvídate de posturas artísticas, buscamos eficiencia. Evita bebidas con gas y las alcohólicas, porque esto te creará una cierta deshidratación que no te va a ayudar.

Y a estas alturas, lo peor ya ha pasado. Estamos en el aire, un poco de música chill-out te puede ayudar a seguir relajado. Una película también puede ayudar a distraer tu atención.

Y vosotros, ¿tenéis miedo a volar? ¿Cómo lucháis con él?

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