miércoles, 9 de junio de 2010

El Algarbe, paraíso atlántico


Garb Al-Andalus, el occidente de Al-Andalus, hoy sur de Portugal. Una tierra en la que sus aguas son sorprendentemente calmas y serenas, unión atlántica con las corrientes mediterráneas.

Su relieve, a base de colinas y valles es, junto a las sierras de Monchique y de Caldeirao, una frontera natural que matiza el clima y los matices históricos de la cultura en la región.

Sus pueblos, que podemos descubrir con unos vuelos baratos a Faro, nos llevarán de la mano de su gastronomía, de sus vinos.

Es un sitio en el que descubrir la fusión entre naturaleza de interior y costa tan difícil de encontrar en nuestra sobreexplotada península. Una tregua del cemento y el ladrillo al verdor de árboles y plantas.

Sus aguas cristalinas, verde perla en algunas regiones, nos llevan a un estado de relax que a veces podemos olvidar que existe en nuestro día a día de ciudad.

La historia de la región, no tan popular como en otros puntos, nos habla de la importancia árabe, de su integración en Al Andalus. De hecho en época musulmana fue una de las más importantes regiones a nivel cultural y de progreso de la hoy Portugal, llegando a constituir su propia taifa, la Taifa de Silves.

Las razones que hacen la región tan atractiva son muchas, tan coloridas como subjetivas, por lo que la mejor alternativa es reservar un hotel en el Algarbe que nos permita descubrirlo sin prisas, con la misma calma que se respira en sus pueblos, en sus playas y calas.

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