Pocos lugares en Europa hay que sean
tan románticos e inspiradores como el Cinque Terre, en Italia. Este
conocida región está compuesta por cinco pequeñas aldeas costeras:
Liguria, Riomaggiore, Manarola, Corniglia, Vernazza y Monterosso, una
serie de pueblos encaramados a acantilados, algunos de ellos mirando
directamente al mar. Sus camino, llenos de magia gracias a los
viñedos y olvidos que cubren sus laderas.
Es un viaje para hacerlo a pie, al
menos es lo más recomendable, con lo que no conviene viajar con
mucho equipaje.
Riomaggiore
Si comenzamos desde el sur, esta será
nuestra primera parada. Se una localidad de pescadores, donde
encontraremos su calle principal en la Via Colombo. En ella
encontraremos cafeterías, bares, restaurantes, regalos,...
Manarola
La siguiente estación será Manarola,
una ciudad en la que destaca el puerto y las calles de su entorno. Se
dice que aquí podremos encontrar el mejor helado de todo el Cinque
Terre. Junto al mar encontraremos algunos buenos restaurantes en la
Ruta Azul.
Corniglia
El único de estos pueblos que no está
junto al mar, pues se ubica a 300 metros sobre el nivel del mar. Este
es la más diminuta y tranquila de todas estas localidades, para
muchos un auténtico placer. Desde la estación tendremos que subir
365 escalones hasta llegar a la ciudad, o bien tomar el bus.
Vernazza
Siguiente parada tras una camino de
total zigzag, cuenta con unas vistas fenomenales. Además, esta puede
ser la ciudad más animada y con más vida nocturna de todas.
Monterosso
Este cuenta con dos partes, la vieja y
la nueva. La nueva se desarrolló en los 50' y cuenta con numerosos
hoteles modernos y apartamentos. La vieja es más del tipo de las
otras localidades del Cinque Terre.
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