Zagreb
Cultura, punto caliente del día, pero sin olvidar nunca la noche. Zagreb es una joya de dos caras, con muchos secretos por descubrir. La ciudad se divide en dos partes, parte alta, la más medieval, y la baja, de aspecto mucho más “austriaco”.
Para los amantes de la historia, merece la pena alquilar un coche e ir hacia el norte, en concreto a Varaždin, antigua capital croata. Su arquitectura barroca a buen seguro que nos llamará la atención.

Puramente costera, se trata de una ciudad mucho más tranquila que Zagreb, aspecto que notaremos de inmediato. Se trata de la mayor ciudad de la costa y la mejor forma para llegar a las múltiples de Dalmacia. Visitar el Palacio Dioclesiano es casi obligatorio.

En otra época fue una ciudad estado independiente, algo de lo que los locales (en ocasiones demasiado ariscos... incluso algunos maleducados, quizás por la crudeza de las guerras...) están realmente orgullosos. Es la llamada “Perla del Adriático”, como la definió Lord Byron. Pasear por sus calles entre edificios barrocos es una agradable experiencia. Las playas más interesantes, eso sí, se encuentran fuera de la ciudad.

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