En numerosas ocasiones, mientras buscamos ese vuelo que tan lejos nos lleve, empezamos a encontrarnos infinidad de escalas, viajes que se prolongan horas y horas por no tener como punto de partida la ciudad adecuada. Por suerte, hay muchas formas de evitar esto, ya que siempre sabemos que hay aeropuertos que nos plantean opciones más accesibles, directas y/o económicas.
Por lo general, estos puntos de conexión con el mundo tienden a localizarse en las capitales. Es cierto que ocasiones el problema viene cuando intentamos enlazar nuestra llegada a esta ciudad conector con nuestro auténtico origen. Esto tiene una fácil solución, hacer cuentas. Por ejemplo, en el caso de que esa ciudad conectora sea Madrid, un capital que no tiene los atractivos de Londres, queda muy lejos de París y que mira en la lejanía a Berlín, puede que podamos exprimir el limitado atractivo y que nos merezca la pena quedarnos en un hotel Madrid que nos permita proseguir nuestro viaje de forma relajada desde su aeropuerto. Aunque si nuestra intención es más bien movernos por la península, no debemos descartar la opción férrea. Las nuevas líneas del AVE, operativas en los últimos tiempos, facilitan y agilizan sobremanera las conexiones interpeninsulares, convirtiéndose en una alternativa más que eficiente al avión, sobre todo en cuanto a comodidad, pues a nivel tarifario no tiene porque se así.
Así que si queréis viajar, buscad siempre las mejores alternativas con paciencia y tiempo.
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