Cuando pensamos en Guadalupe pensamos en su clima soleado todo el año, playas de fina arena, aguas turquesas,... Y si bien esto es cierto, también lo es que hay mucho más que tiene por ofrecer que una tumbona y una sombrilla. La isla es una mezcla cultural de África, India, Caribe y Europa. Esta diversidad hacen de Guadalupe un lugar sorprendente.
Como en todos los platos de India Occidental (en este caso pollo Boucan), además del tema de la picante cocina africana, el exotismo de la francesa colonial,... El marisco es, obviamente, una de las grandes especialidades de la isla. La calidad de los productos locales y la presencia de grandes restaurantes son activos más que atractivos para visitar Guadalupe.
Pero hay otras caras que se suelen dejar pasar desapercibidas, pero eso no implica que sean menos atractivas, pues a parte de las playas encontramos en el interior elementos que no se quedan ni mucho menos atrás. Podemos encontrar auténticos paraísos, caso de la grieta de la zona de San Francisco en Grande Terre (en la mitad occidental de la isla).
Aunque si quieres quedarse en la playa, una vez más puede encontrar una interesante cara que a menudo ignoramos: el buceo. Esta actividad no la debemos olvidar si visitamos la isla, además es muy barato. Por menos de 50 euros un instructor certificado nos preparará y le llevará a un paseo por el impresionante fondo marino. Podremos disfrutar de la compañía de delfines...
Así que si vamos a Guadalupe, no deberíamos pasar el tiempo tumbados en la arena sin más, pues tiene mucho que ofrecernos.
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