Hoy empezaremos un nuevo espacio, una nueva sección en la que haremos paradas llamativas, exóticas, de ensueño. Vamos a intentar hablar de algunos de los destinos menos conocidos por el viajero pero que nos dejarán sin aliento por sus paisajes, por su cultura, sus peculiaridades. Nuestra primera parada nos lleva a mirar a Francia, a la costa normanda, en concreto a Etretat, tierra de acantilados.
Desde luego que estos cortes son directamente impresionantes, sin nada que envidiar a los famosos de Seven Sister, en el sur de Inglaterra. Los encontramos a lo largo de la norte del país, habiendo servido de inspiración durante siglos a escritores, pintores y artistas de todo tipo. Pero, ¿por qué ha quedado en un rincón tan olvidado?
Descubriendo un destino espectacular
Aquí han pasado importantes momentos artistas como Clause Monet y Gustave Coubert, y lo cierto es que el escenario es espectacular. Cabe destacar, y esto es otro atractivo, que al no estar muy extendido el uso del inglés, será una gran oportunidad para repasar nuestro francés con lo habitantes locales.
La ciudad es realmente minúscula, lo que le otorga otro punto más de encanto, hablamos de un pueblo tranquilo, en el que el tiempo parece avanzar de forma diferente. Un destino único si nos gusta disfrutar del sol, la naturaleza salvaje,... Además, las playas y los acantilados están conectados por senderos.
¿Cómo llegar?
La que posiblemente sea la forma más sencilla para llegar a Etretat es desde Le Havre hacia el sur o desde Fecamp hacia el norte, el recorrido se puede hacer en un bus, el cual tiene un coste que ronda los 2 euros. Ambos casos son de fácil acceso desde París, un lugar muy bien conectado desde España a través de aerolíneas de bajo coste. Es más, desde Etretat podemos aprovechar para visitar Lille, ¿qué más se puede pedir?
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