No lejos de la muy conocida y turística ciudad de Marrakech, el valle de Mizane se adentra hacia las montañas del Atlas. Una estrecha, angosta carretera asfaltada discurre por el valle hasta la localidad de Imlil a 1740 m. de altura. Imlil se ha hecho famosa a lo largo de los últimos años, por ser punto de partida de numerosas expediciones de montañeros y senderistas que se adentran hacia el Atlas, especialmente hasta su pico de mayor altura, Jbel Toubkal de 4.167 m. Existe gran cantidad de información, muchos mapas y guías de la zona, destino muy recomendable para aventureros noveles, con presupuestos limitados, dado la cercanía, exotismo, y autenticidad del lugar.
Antes de llegar a Imlil, existen a ambos lados de la carretera numerosas pistas o caminos no asfaltados que se adentran a derecha e izquierda del valle de Mizane hacia las pequeñas villas. Es muy recomendable, hacer una parada en Matate, donde se puede hacer noche en alguna de las casas del lugar que aceptan huéspedes, para por la mañana y acompañados del algún guía local, ascender hasta el altiplano y disfrutar de un amanecer que además de bello, nos ofrecerá la espectacular vista del valle de Mizane, y sin duda, nos regalará sensaciones de paz y libertad.
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