En la ciudad del Guadalquivir nos espera la calidez andaluza en forma de bienvenida con matices capitalinos. Quién aún no conozca Andalucía occidental pierde la oportunidad de descubrir su legado, su historia y, porque no, su arte.
Parece que cuando se habla de Andalucía se habla de una sola, nada más lejos de la realidad, pues una vez que descubrimos su cara oriental y occidental reconocemos la división imaginaria entre ambas. Quizás esto se deba sobre todo a una cuestión de extensión, pues tanto en la parte Atlántica como en la Mediterránea se percibe ese carácter general andaluz, pero si entramos en matices vemos que son dos formas de entender la cultura, de expresarla.
En ambos casos destaca ese matiz árabe, de los tiempos de Al Andalus, pero también se perciben las diferencias entre unos y otros. Quizás el aire, quizás la luz, quizás la interpretación de su propia historia, pero nos encontramos con lo que podríamos llamar dos pueblos en uno. Dos formas de expresar o entender una misma idea, unas mismas raíces. 
Pero, ¿por dónde empezar nuestro descubrimiento? Hay tantas opciones como gustos posibles, podemos tomar unos vuelos baratos a Sevilla que hacerlo al principal aeropuerto, Málaga. Las dos capitales, cada una de su propio eje. La oficial es Sevilla, pero quizás Málaga suponga la oficiosa, siempre que esto lo entendamos desde el punto de vista histórica. Aunque quizás llegados a este punto destaque sobremanera Granada.
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