viernes, 5 de marzo de 2010

Roma al aroma del café

Hola a todos, vuelvo al blog que hace tanto dejé. Mi nuevo destino es Roma, la ciudad eterna como algunos la conocen. Creo que en este caso no necesita presentación. Lo primero, la llegada al aeropuerto de Fiumicino, donde llegué a media tarde. Está a unos 30 minutos del centro de la ciudad. Tuve la suerte de encontrar unos vuelos baratos a Roma y por fin aquí estoy, equipaje a la espalda a punto de coger el tren que me llevará al centro.



Una de las cosas que más me llamaron la atención nada más llegar fue el olor a café que te impregna al pasar por algunas calles. Esto me convenció de lo primero que me apetecía hacer antes de embarcarme en la aventura descubrir la cara más histórica, ir a una terraza y tomar un café mientras investigo mi ruta. Una buena forma de entrar en el calor de esta apasionante ciudad. Además, la fortuna se había aliado de nuevo conmigo, me alojo en uno de los hoteles baratos de Roma, económico pero bastante céntrico, como más me gusta. La verdad es que pocas veces un café me ha sabido así, no sé si será por la ilusión de mi llegada.



Se acerca la noche, tras pasar la mitad de mi día en el viaje, la verdad es que el paseo tras el café me anima a empezar a pensar en comer algo y descansar. ¿Los próximos días? Visitas del Coliseo, la Fontana de Trevi, las catacumbas,…



Hace un tiempo increíble y yo ya sólo pienso en soñar con Rómulo y Remo, mañana será otro día. Me esperan las emociones de descubrir, o redescubrir en este caso, una ciudad increible.
Realmente os recomiendo su visita, al menos una vez en la vida!!!

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